El modelo audiovisual estadounidense. Experiencias catalanas en los USA
Si el pasado mes de febrero, el Cluster organizaba, junto con PAC, una sesión sobre el modelo audiovisual francés, que iniciaba un ciclo de actividades dedicado a analizar a los sectores audiovisuales de otros países, hoy les ha tocado a los Estados Unidos. La sesión «El Modelo Audiovisual Norteamericano. Experiencias catalanas en los USA», coordinada con la Americana Film Festival y celebrada en la sede de SGAE-Catalunya, ha contado con un grupo de empresas audiovisuales catalanas de ámbitos diversos con el rasgo común de haber desarollado proyectos en el otro lado del Atlántico.
La sesión, moderada per Noemí Cuní (Grup Broadcaster), se ha basado en las experiencias y las percepciones sobre el sector audiovisual en los Estados Unidos de dos productores de cine, Sergi Moreno (Lastor Media) y David Matamoros (Zentropa Spain), un productor de televisión, Albert Grau (Reset TV), un animador y modelador 3D, Fèlix Balbas (Minimo VFX), además del productor estadounidense Kyle Martin.
Enseguida se ha puesto sobre la mesa la idea de que, a diferencia de Europa, en la que la financiación por parte de los organismos estatales prevalece, el modelo audiovisual estadounidense descansa en la inversión privada. «En Estados Unidos está muy implantada la visión de que el sector audiovisual es un ámbito de negocio rentable. Tienen muy claro el business del cine», ha afirmado Félix Balbas, que cuenta con una larga experiencia en proyectos como Avatar, El señor de los anillos, El libro de la selva, Piratas del Caribe, etc. «Hay muchos más inversores privados, atraídos principalmente por los incentivos fiscales.», ha añadido David Matamoros, quien con Zentropa ha producido, entre otros, Menú degustación, adquirida por HBO
Según los ponentes, este sistema tiene la gran ventaja de que facilita y agiliza el acceso a los recursos. «Todo puede llegar a ir muy rápido. Si un inversor se interesa por tu proyecto, al poco tiempo ya puedes disponer de los recursos.», explicaba Sergi Moreno, partiendo de su experiencia con la película 10.000 km. «El productor, pues, no está condicionado por el ritmo de las administraciones, como sí ocurre en Europa. Ni por los plazos de justificación que a menudo constriñen excesivamente los calendarios de producción.»
Pero el sistema norteamericano tiene un gran inconveniente, han destacado los ponentes. Si el inversor privado es quien financia principalmente los proyectos, entonces la rentabilidad del proyecto se vuelve central en la obtención de los recursos. En este sentido, ha sido precisamente el productor de Brooklyn, Kyle Martin, quien ha destacado con más vehemencia los defectos de este sistema: «Los inversores, a veces, intervienen muchísimo en el contenido audiovisual. Se aseguran de que sea suficientemente comercial, que el dinero que han invertido genere un retorno seguro. Es muy común, por ejemplo, que en la evaluación de un proyecto se fijen en los actores, si son suficientemente conocidos, etc. En este sentido, en los Estados Unidos, los productores independientes envidiamos el modelo estatal de financiación que tiene en Europa. Diría que permite una mayor creatividad. »
Otro rasgo muy característico del sistema norteamericano son sus estrictas condiciones legales. Lo ha destacado Albert Grau, productor de Reset TV, que tiene sede en Miami, y que ha producido programas de entretenimiento para las televisiones latinas norteamericanas: «Para poner en marcha un proyecto en Estados Unidos es imprescindible contar con un buen asesoramiento jurídico. La cuestión de los derechos, de la prevención de riesgos, de los permisos en la gestión musical, etc., es mucho más estricta que en Europa. »
Ante la pregunta de Noemí Cuní sobre qué consejos se podrían dar a las empresas que quieran emprender proyectos en Estados Unidos, los ponentes han destacado el hecho de que entre España o los estados europeos y Norteamérica no hay tratados de coproducción, hecho que dificulta la relación. «En todo caso, para introducirse en los EE.UU hay que estar allí, quedarse a vivir.» afirmaba Félix Balbas. David Matamoros ha recomendado hacerlo «con un producto creado en su origen. Estrenar en catalán en Estados Unidos no es un problema. Lo es en otros lugares, pero en EEUU no. Una de las claves es tener un producto con una audiencia muy segmentada. Allí lo tienen muy trabajado y funciona muy bien.»
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